Exponíamos en el post anterior la necesidad de cambiar el modelo territorial de Madrid y comentábamos tres aspectos de éste: que los déficits de infraestructuras transversales inducen al mayor uso del transporte privado en la región; la necesidad de poner límites al crecimiento metropolitano tal y como se ha venido produciendo en los últimos treinta años y, cambiar de paradigma y sustituir el papel del transporte como vertebrador territorial y social, por las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TICs), en un sistema basado en economías de difusión. Decíamos así mismo que el nuevo paradigma habrá de descansar en relaciones de integración y especialización con las ciudades de tamaño medio-medio pequeño que la circundan. Hoy, vamos a profundizar un poco más en esto último.
Las TICs, sustitutivas a medio-largo plazo de una gran parte de la movilidad obligada de transporte
En los próximos años, no muchos, la demanda de transporte va a ser cada vez más decreciente y será sustituida, paulatinamente, por las funciones que ya desarrollan las tecnologías de las comunicaciones y que cada vez adquirirán un papel más preponderante. Cada vez más, existen tecnologías, de gran difusión y reducido o nulo coste para los usuarios como son la multiconferencia, teleconferencia y videoconferencia, además la que cada vez está teniendo más extensión en las empresas, la telepresencia, que sustituyen, con unos costes de implantación muy asumibles y reducidos costes de mantenimiento, la presencia física de los interlocutores y el correspondiente ahorro de los gastos asociados de desplazamiento y transporte, alojamiento, restauración, etc. En una hipotética cuenta sostenible de pérdidas y ganancias de esta sustitución de parte de la actividad de transporte por las TICs, no conviene olvidar anotar los costes de oportunidad, consecuencia de los ahorros de contaminación por CO2 y otras emisiones de elementos contaminantes, accidentalidad, impactos que ya no se producen al no construirse nuevas infraestructuras rodadas y/o ferroviarias, etc.
Las redes de transporte, ejes del desarrollo urbano actual, en declive
Por tanto, las redes de transporte que han sido un elemento fundamental en la ordenación del territorio como estructurantes del mismo y atractores de la población, van a ver mermado este papel.
No hay planeamiento territorial sin el correspondiente plan de transporte, sobre el que descansan buena parte de las líneas maestras asociadas al desarrollo. En sistemas urbanos ya maduros, como
es la metrópoli madrileña, no caben ya muchos márgenes para el crecimiento urbano, ni nuevas arterias de transporte, que como se ha visto con la reciente experiencia de las autovías radiales han
constituido un rotundo fracaso.
Es más, la morfología urbana de nuestra metrópoli (ciudad central + aglomeraciones metropolitanas) se ha configurado en torno a los ejes radiales de las antiguas carreteras nacionales y,
como sostiene el arquitecto y ecólogo del paisaje Richard Forman, es la forma de desarrollo más perniciosa conocida. Forman considera que las dos mejores son el concéntrico y el que promueve la
ampliación no de la gran urbe original sino de las ciudades satélites. Además, tienden a ser urbes más compactas y, por tanto, con sistemas de transporte público más eficiente, en cuanto a
energía y tiempo invertidos en los desplazamientos "Forman pone como ejemplo de ciudades compactas a Medellín y Berlín. Los modelos menos recomendables son los de crecimiento en torno a una vía
de transporte ya existente; y en brotes dispersos. Este último se da sobre todo en regiones desarrolladas, donde las familias pueden permitirse una casa unifamiliar grande y desplazamiento en
coche y es, según Forman, “terrible." (Richard Forman apuesta por las ciudades compactas y sin carreteras, MARCOS TARRAGA 2012).
Economías de difusión: especialización e integración
Las ciudades medias, cada vez más, necesitan ser ciudades especializadas. No sólo las ciudades, lo rural, también. El modo de producir del campo ya no es familiar y por tanto diverso (un poco de
todo) sino empresarial y especializado. Pues, lo mismo le ocurre a las ciudades que necesitan de especialización para competir en los mercados económicos. Lo que antaño era la especialización por
barrios (cordeleros, vinateros, curtidores, etc), típica de la urbe medieval, hogaño, esa especialización es necesaria a escala urbana, a escala de ciudad. El léxico ya lo ha internalizado y así
hablamos de "ciudad de las artes", "ciudad del deporte" y tantas más.
La región central, entendida como Madrid y las capitales que la envuelven, presentan una buena disposición para conformar un sistema basado en las economías de difusión. ¿A qué llamamos economía
de difusión?, ¿en qué consiste? Pues, es lo que comunmente se viene conociendo como economía del conocimiento, economía de la innovación, investigación, e_comercio, sociedad digital,
sociedad 2.0, etc, formando clusters de conocimiento y la difusión del mismo. Así estas ciudades, cuya actividad económica preponderante descansa en los servicios, como proveedora de los mismos a
sus hinterlands circundantes, al tiempo que centros de burocracia institucional, pasarían a convertirse, además, en prestadoras especializadas de economías de difusión. La experiencia reciente
del sistema autonómico es negativa en el sentido que comentamos. La dispersión de los centros universitarios y de los escasos institutos públicos de investigación –todavía más escasos los
privados- no han propiciado esos clusters de conocimiento capaces de establecer sistemas trabados con relaciones producto-cliente, con una evidente pérdida de recursos en luchas de taifas
autonómicas y en una atomización del mercado.
Se trata pues, de que Madrid metrópoli lidere con las capitales que la rodean una auténtica región económica de ámbito y alcance europeo y se convierta en un potente centro de servicios
avanzados de difusión tecnológica y científica que trascienda las meras divisiones administrativas actuales.
J.E.V.
post anterior
http://melisaconsultoriaeingenieria.blogspot.com.es/2012/06/el-necesario-cambio-del-modelo.html
arquitecto y ecólogo del paisaje Richard Forman
http://harvardforest.fas.harvard.edu/researchers/933
Consultor Freelance
http://www.linkedin.com/profile/view?id=48817233&trk=tab_pro
Foro del Transporte y el Ferrocarril
http://forodeltransporteyelferrocarril.blogspot.com.es/
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Miguel (domingo, 15 julio 2012 22:54)
Como conclusión entonces, de las dos grandes tecnologías que han cambiado el panorama urbano en el último siglo, las del transporte y las de la comunicación, se trataría de apostar por fortalecer las segundas en detrimento de las primeras. Yo añadiría que es necesario, favorecido por esto, una reducción del "metabolismo" de estas ciudades, principalmente energético, pero tb, consecuentemente, de consumo, de transporte, de necesidades artificiales. Con unos buenos sistemas en red de comunicación serían viables modelos urbanos de antaño, más vinculados a las capacidades físicas de la personas para el desenvolvimiento, no asistido, digamos, de tecnologías de transporte (el coche, sobretodas), y más ajustadas a las necesidades reales de consumo, de energías, etc. Respecto a eso, échale un vistazo pq tiene relación directa al artículo que escribimos para la revista CUIDES:
http://publicaciones.fundacioncajamar.com/index.php/cuides/article/view/207/28
Lo que no tengo tan claro es lo de la especialización de las ciudades, pq en un marco competitivo como el que pintas, cuando unas pocas han ganado ventaja en este tipo de economías del conocimiento etc., ya no queda margen para el resto, entonces, ¿qué? Tampoco estoy de acuerdo con las Ciudades de la Justicia, "del depoprte", de la raqueta, etc., es un modelo yanqui de especialización muy vinculado con el urbanismo disperso del coche y la autopista, y que contribuye a la descomplejización y el vaciado de "referencias" instituciones, edificios de ocio, etc.- de la ciudad tradicional, aunque este es un tema que da para largo y tendido
Miguel (domingo, 15 julio 2012 22:56)
http://publicaciones.fundacioncajamar.com/index.php/cuides/article/view/207/28